Tu pones el primer peldaño
y la primera barandilla
y así el camino empieza sin saberlo
y sube, con el tiempo se empina
y el abismo se va creando
y la barandilla parece desaparecer
y el abismo se va creando
y el camino sube
y el camino es subido
y la confianza sube
y el abismo crece
y debo cruzar el abismo
con mi fe
sin barandillas.
Silencio, silencio, silencio.
Y luego apareces.
Era una cuestión de confianza.